Tema 4: Made in Japan.

Buenas tardes caballeros, bienvenidos a esta cuarta clase del I Curso de Sociología de la Red. Hoy vamos a tratar uno de los tipos de freaks más extendidos, los Otakus. La palabra Otaku proviene del japonés, y originalmente significa “aficionado”, es decir, allí se puede ser Otaku de los videojuegos, Otaku del motor, Otaku del baseball, Otaku de los toros, u Otaku del manga y el anime. Este último tipo de Otaku es al que nos referimos fuera de Japón al utilizar este vocablo.

El manga es lo que el “tebeo” en España, o el “comic” en USA, es decir, publicaciones de varias páginas en las que mediante viñetas, a través de dibujos, y de bocadillos de texto se representa una historia. El manga se caracteriza por tener un estilo propio que lo diferencia claramente del resto del cómic mundial, siendo algunos de sus elementos más característicos su propia visión de las proporciones del cuerpo humano (aunque en los 90 esto se extendió al cómic americano), los peinados puntiagudos, la exageración de los senos femeninos o los ojos occidentalizados de sus protagonistas. Muchas veces desde el desconocimiento se asocia el manga con violencia y sexo, mientras que la realidad es que esto es sólo parte de algunos géneros, el “seinen” (destinado al público adulto) o el “hentai” (el calificado como X). El género más extendido fuera de Japón es el “shonen”, destinado a chicos jóvenes, cuyos ejemplos más claros son Dragon Ball o Saint Seya. Otros géneros son el “shojo” destinado a chicas jóvenes, cuyo ejemplo más claro es “Sailor Moon”, y el “kodomo” destinado a los niños.

La versión animada, ya sea en forma de serie televisiva, o de largometraje para el cine, es lo que se conoce como “Anime”. Este término es menos utilizado que manga, el cual, erróneamente, a veces es utilizado como la unión de ambos conceptos, como se ve en colecciones de películas anime a las que ponen nombres como “Mangamanía”.

Originariamente, cuando se trataba el fenómeno Otaku fuera de Japón, este se reducía únicamente a el núcleo de aficionados tanto al manga como a su versión animada, por lo que era algo más fácil de delimitar. Actualmente, el concepto de Otaku se ha extendido a la afición por todo aquello que tenga procedencia japonesa, por lo que el Otaku actual ha pasado a convertirse en una suerte de embajador de Japón, transmisor de su cultura, su mitología, su cine, su comida y su música. Al igual que los trekkies y los fans de Star Wars se reunen en convenciones, los Otakus organizan salones del manga, nacidos por escisión de los salones del cómic. Un salón del manga es un evento globalizador, donde no sólo hay stands donde se venden anime y manga, si no que incluye todas estas nuevas dimensiones que ha adquirido el concepto Otaku.

Una de las aficiones que han desarrollado los Otakus es el j-pop, el estilo musical que triunfa en Japón. A decir verdad es una pastelote, pero es pegadizo, y resulta curioso ver a Heavys de toda la vida escuchar cosas como esta por el simple hecho de que vienen de Japón.



Otra moda curiosa es la extensión de la comida japonesa en los salones del manga, especialmente destacable es la fiebre del “ramen” provocada, en gran parte, por el éxito de Naruto. Igualmente a todo Otaku que se precie le gusta todo el cine japonés (y oriental por extensión), y cuando digo todo, me refiero a TODO. Es fácil disfrutar de obras maestras como Zatoichi, Hierro 3 (coreana), o incluso Oldboy (también coreana, a mí me encantó, pero hay mucha gente que la odia y entiendo bastantes de sus razones), pero hay que tener estómago para que te gusten cosas como Azumi (he de reconocer que me gustaron los primeros 5-10 minutos), o cualquiera de las últimas producciones orientales de terror.

Al igual que otros freaks como los ya mencionados Trekkies, o los fans de Star Wars y de ESDLA han convertido el cosplay en una de sus señas de identidad, por lo que es común ver cómo intentan disfrazarse de sus personajes favoritos, no siempre con un buen resultado. Siempre he creído que las personas caracterizadas como dibujos animados tienen un aspecto ridículo, pero también es cierto que muchos es eso lo que buscan, pasar un rato divertido y echarse unas risas, y respecto a eso alabo su gran sentido del humor.


Nunca vi la serie, pero: ¿Eran tantas?


James consiguió finalmente cumplir su sueño, lástima que Jessie muriera en el camino.


¿Realmente hace falta que ponga un pie de foto?


Este sí que tiene una cartón poderoso y no el Capitán Pickard.

El fenómeno Otaku está en expansión, cada vez tiene una mayor importancia en los medios, cuenta con un espacio propio en la Sexta y en Cuatrosfera (duele ver a Kira Miró decir: “Que tal amigos Otakus”), cada vez se celebran más salones en diferentes puntos de la geografía española, y su influencia tanto en otras formas de cómic, como en el cine (sólo hay que ver Matrix) y en la televisión es cada vez mayor.

Finalmente, y como siempre a modo de bibliografía, recomiendo visitar E-onlyanime, página de gran calidad para aficionados al manga y al ánime con la que colaboré hace tiempo, o la crónica que Cacamán, colaborador de Cinecutre, realizó del último salón del manga. Es raro que en Viruete no hayan hecho también una pues son asiduos al evento, posiblemente la tengan disponible en breve.

Nada más por hoy, sólo agradecerles su asistencia a esta clase y espero verles en la siguiente.